Son muchas las cosas que nos preocupan, la dignificación del Turno de Oficio, la conciliación real de la vida familiar y laboral de los abogados, la precarización de la profesión, la falta de desconexión digital de los juzgados en periodos vacacionales, la inexistencia de un Estatuto Jurídico, el peligro de la "uberización" de la profesión, pero sobre todo nos preocupa que la Justicia no sea una prioridad, que no sea eficaz, cercana, que no tenga los medios suficientes y que en definitiva, acabe por no ser igual para todos.
Si existe la abogacía independiente, la abogacía necesaria, es probablemente porque estamos cansados de hacer juicios estando enfermos, que no se suspendan vistas en días tan importantes como el nacimiento de un hijo o el fallecimiento de un familiar, cansados de que las notificaciones del juzgado no cesen ni en agosto ni en vacaciones, que tengamos que desarrollar nuestra labor en el Turno de Oficio en pésimas condiciones y percibiendo con retraso unas retribuciones simbólicas, que no exista una regulación que impida la existencia de una justicia low-cost.
Y si existe la abogacía necesaria es probablemente porque la abogacía institucional no ha venido haciendo lo suficiente por solucionar los problemas con los que los abogados que ejercemos nuestra profesión solos o en pequeños despachos nos encontramos en nuestro día a día, y que es la mayoría de la abogacía.
Tenemos un trabajo que hacer, esta es la oportunidad, y todo comienza en Córdoba.
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